¡Ven hacia mi locura!
Conviérteme en sal de la vida
reclámame en pasión atrevida...
y alimenta así mi gran ternura.
¡Ven hacia mi locura!
Remata la estocada certera
delata mi resaca verdadera...
y recorre mi poro con mesura.
¡Ven hacia mi locura!
En oleajes de lava candente
haz que se desenrede mi mente...
y decide tu empeño con bravura.
¡Ven hacia mi locura!
Sorprende a la noche estrellada
en caliente y suave llamarada...
y ya desata mi eminente captura.
¡Ven hacia mi locura!
Goza del éxtasis en gran gemido
uniéndolo al mío cual lobo herido...
y ya despójame de toda armadura.
